Día 16 de Agosto. Kompomg Luong, Tren de Bambú y Battambang

Tras localizar a unos 500 metros un lugar para tomar café de buena mañana me esta esperando el tuk tuk en la puerta del hotel.

Iniciamos el camino hasta el úsenlo flotante de Kompong Luong que nos llevara poco más de 50 minutos para lo que iremos por la carretera general 33 kilómetros hasta Krakor donde  nos desviamos en el cartel que indica nuestro destino a 5 kilómetros.

Al entrar en el desvío de la Carretera General en Krakor

La población de Kompong Luong no se puede situar en el mapa en el mismo sitio todos los días del año, ya que la subida de nivel del agua en el lago modifica hasta en 7 kilómetros su situación. Ahora como el nivel del agua esta alto el pueblo esta más cerca. De  hecho la única instalación anclada al suelo sobre largos pilotes es el pequeño hospital. Se trata de un pueblo dedicado fundamentalmente a la pesca.

Recogiendo redes

Hospital, con largos pilotes para cuando sube aún más el agua. Unico edificio fijo del pueblo.

Sólo hay una forma de moverte por el pueblo y lógicamente es en barco. Aunque aquí vienen muy pocos turistas como podéis ver en el registro que debo rellenas, apenas vienen dos o tres viajeros cada día, por supuesto yo soy el primero del día. Tengo que pagar siete euros que es lo que vale el servicio para 1 o 3 personas. (si ampliáis la foto veréis que en toda la semana sólo han necesitado una hoja).

Ampliando la foto podéis ver la poca gente que viene a este sitio

Mi guía en el pueblo. Mi barco es el de la "Senyera"

Parking

Justo antes de embarcar, 4 jóvenes monjes están viviendo comida de algunos comerciantes y les cantan un mantra, pero no me ha parecido conveniente grabarlo por respeto pero si he hecho una foto disimuladamente.

Lástima que no podáis oír el mantra

No se trata de una ciudad junto al agua del río o el mar o con canales, como he dicho, las casas, algunas son barcos transformados pero la mayoría  flotan sobre estructuras de bambú y bidones y en algunos casos están amarradas a tierra.

Barco "tuneado"

Observad los grandes troncos de bambú que le dan flotabilidad.

El pueblo tiene todos los servicios de un pueblo de más de 10.000 habitantes, En este caso existen dos colonias, la Khmer y la vietnamita que es más numerosa. Tienen su propio puesto de policía, su clínica, tiendas de alimentación, de telefonía y todo lo necesario. También tienen dos gasolineras y además cuentan con unas grandes estructuras flotantes para celebraciones y fiestas y bares o restaurantes como en el que me he parado a desayunar.

Departamento de Policía

Clínica. Esta se mueve de sitio, no como el hospital. De hecho ahora están muy cerca

Este parecía vender al por mayor

Este parece un Gran Almacén

Tienda de telefonía (porque todos tienen teléfono y cobertura)

Gasolinera

"Salones de actos"

Subiendo al restaurante para desayunar

El desayuno ha consistido en unos noddles fritos con cerdo y vegetales y con un refresco de piña ha resultado de lo más gratificante y creo que hasta la hora de la cena ya estoy bien.

Mientras me preparan el desayuno, investigo dentro de la casa

Desayuno camboyano

Todo el mundo se mueve en barco, bien a remos o con pequeños motores e incluso se producen "atascos" como nos ha ocurrido a nosotros que incluso hemos tenido que recular.

Lo intentamos pero al final tuvimos que echar para atrás.

Es bastante usual que utilicen sus cuerpos para maniobrar y no chocar, aunque chocan suavemente de forma continuada

Vista general de la "Avenida Principal"

Como en muchos mercados flotantes de otros países como Thailandia existen muchos barcos que venden por las casas alimentos y otras cosas si bien la diferencia fundamental es que esto es absolutamente auténtico y cotidiano y en ningún caso preparado para el turismo. En Vietnam he visto mercados mayoristas en el Mekong que aunque visitados por los turistas siguen siendo su forma normal de vida.

Servicio a domicilio

La verdulera

La frutera

La panadera

Todos los niños, prácticamente sin excepción me saludan gritando "hello" y es que estos niños no ven mucho extranjero por aquí.

Este niño no saluda porque está despistado con otra cosa, el resto sí lo hace

Este niño tampoco saluda pero porque es muy pequeño

En fin, que la visita a este pueblo flotante ha sido un gran acierto, imágenes bonitas, curiosas y que describen una forma de vida a la que no estamos acostumbrados. Vale la pena el esfuerzo de ir hasta Pursat para poder venir a verlo.

Vista general del pueblo

Con la ropa tendida para secarse

A continuación y la llegando de vuelta a Pursat nos acercamos a ver el Tren del Bambú. Se trata de unos "trenes" caseros hecho con tablones, ruedas de tren pequeñas y un pequeño motor de gasolina. Existe también en Battambang  aunque allí se trata de una de sus atracciones turísticas y en éste no hay nadie. Me ofrecen dar un paseo pero con el sol que cae creo que no vale la pena, verlo es suficiente así que me tomo un refresco en el bar de al lado. Estos trenes aprovechan que actualmente no existe el servicio ferroviario normal aunque  les queda poco tiempo porque ya esta a punto de explotar las líneas una compañía extranjera por lo que he podido leer. Puede que en un par de años ya no puedan verse.

El motor creo que es diésel de unos 6 CV

Las ruedas no se de donde las sacan

Como he acabado con mis dos visitas antes de lo previsto cojo un nuevo autobús hacia Battambang donde llego en menos de 2 horas. Esta vez el autobús tiene una decoración algo menos llamativa y como ya viene en marcha desde Phnom Penh viene más fresquito y eso que va lleno. Todos los pasajeros son locales.

Con ésta y la de mañana a ver si hago un catálogo de nivel

Battambang es la segunda ciudad por población del país superando por poco los 100.000 habitantes. Se trata de una ciudad que tiene un centro histórico estilo colonial francés, pero ciertamente no tiene mucho que ver.

Calle 2

Calle 1. Ribera del río

He recorrido todas las calles del centro y dos de sus templos anteriores a la revolución de Pol Pot y que se mantuvieron intactos ya que el General de esta zona hizo caso omiso a la orden de destrucción de los mismos. En cualquier caso no son excesivamente espectaculares y no se ve demasiado monje aunque sí los he visto más por la calle que en otras ciudades de Camboya

Puerta exterior de uno de los templos

Se ven secándose los hábitos de los monjes

La ciudad no tiene demasiada oferta de restauración, si tiene bastantes hoteles pero restaurantes y cafeterías se concentran en una de las calles perpendiculares al río siendo en cualquier caso muy escasas.

Si hay mucho comercio y mercado pero destinado fundamentalmente al mercado local. La ciudad  no parece preparada al turismo y bajo mi punto de vista es una visita prescindible ya que obliga a un desplazamiento largó dentro del país.

Hay cercanas algunos templos antiguos pero no tiene mucho sentido si ya conoces o vas a ir a  Siem Reap. La otra singularidad de la ciudad, el Tren de Bambú ya lo he visto en Pursat.

Lo que si me ha llamado la atención es algo que ya he visto en otras ciudades del Sudeste Asiático, como Hanoi por ejemplo y es la concentración de comercios por gremios. Así en la calle 1, junto al río,  se concentran las tiendas de ropa y no hay una sola cafetería o restaurante pese a ser lo normal en todas las ciudades aprovechar la ribera del río para concentrar la oferta de ocio. También hay tiendas de artesanía. En la calle 2 por ejemplo se concentran en dos manzanas al menos 10 tiendas de fotografía y reportajes fotográficos y como he dicho, casi toda la oferta para tomar algo esta también en una pequeña calle que va desde la calle 1 a la 3 y que es donde iré a cenar.

En este trozo y enfrente son todo tiendas y estudios de fotografía

Curiosa forma de mostrar las prendas en plena calle. Lo hacen en todas las tiendas de ropa

Así qué adelantare un poco mi marcha a Siem Reap y lo haré mañana a Primera  hora en autobús, hay una Van, más cómoda, pero no sale hasta las 16,30 y ya llegaría muy tarde.

Aquí he cenado, en "Gecko", muy bonito y agradable

La verdad es que llevo toda la tarde andando y estoy agotado, así que ahora mismo me meto en la cama que hay que madrugar.