martes, 20 de agosto de 2013

Día 20 de Agosto. Beng Mealea y Prasat Preah Vihear

Salimos temprano a una excursión que me llevará todo el día en un taxi privado. Nuestro primer destino es Beng Mealea, un templo al que algunos asocian con "Indiana Jones" posiblemente por su estado de conservación y porque hasta 1993 no comenzaron los trabajos de desactivación de minas anti personas. Desde entonces y según reza el cartel que hay a la entrada del recinto se han retirado 438 minas y desactivado y eliminado 809 piezas de armamento sin explotar, las llamadas comúnmente UXOs en una superficie de 160 hectáreas.

Indicaciones de la desactivación con la colaboración alemana.
La entrada al recinto cuesta 5 USD (4 euros) y efectivamente aquí no parece que hayan llegado aún los restauradores. En el siglo XII el templo estaba comunicado por carretera con la capital Angkor Thom a través de la jungla, unos 40 kilómetros.

La entrada ya te da una idea de lo que te vas a encontrar dentro, porque lo primero que ves es lo que queda de la puerta y los muros que la rodean junto a un enorme montón de bloques de piedra y los grandes árboles creciendo a través de ellas y cuyas raíces han originado su actual estado independientemente del abandono sufrido en los últimos siglos.

Entrada al recinto
La puerta, impracticable


Por los lados de la puerta más piedras pendientes de clasificación.
Los muros tampoco se salvan
En el interior hay miles de piedras que suponen un rompecabezas difícil de encajar  junto a innumerables raíces que recorren todas las grietas, pero ya lo están haciendo en otros templos y con el tiempo también llegará.


Bonito sitio para buscar la luz
Las piedras se acumulan a lo largo de todo el templo
Y los árboles siguen con la suya
Existen pasarelas de madera que te permiten recorrer el recinto cómodamente  pero también hay unos guías, que junto con sus hijos a veces, te acompañan por un camino más "auténtico" por el interior del templo, aunque imposible para personas que no estén en buen estado físico. Realmente estos guías no te explican nada y son realmente cuidadores del templo, tan sólo te indican por donde ir de forma algo más emocionante. Posiblemente no sea necesario acudir a ellos, pero por una pequeña propina te puedes sentir como Indiana Jones por unos minutos y de paso ayudas un poco a esta gente..

Aquí se pueden ver las pasarelas de madera
No se si es un pequeño lago o la acumulación de agua.
Haciendo de Indiana Jones
La guía llevándonos por sitios "emocionantes"
Los hijos, que tomaron el relevo
Han aprendido de la madre
También me han dado facilidades como estos tablones.
La telaraña de la izquierda demuestra que aquí pueden vivir todos juntos.
Cuando he llegado, apenas éramos 4 ó 5 visitantes, se nota que he madrugado, pero con el tiempo han ido llegando autobuses repletos de turistas orientales. Puedes venir en tuk tuk pero supondría más de dos horas de viajes en cada sentido y un taxi, si no se aprovecha para ir a más sitios, puede resultar caro ya que esta a 60 kilómetros de Siem Reap.

Aunque no lo parezca, lo que está en el agua es parte de un ataúd.
Chinos jugando también a exploradores
Tiene un gran foso que actualmente contiene nenúfares y el templo tiene 4 entradas como casi todos, pero las otras tres están casi en peores condiciones de la que habitualmente se utiliza como referencia para entrar ya que la puerta en sí es impracticable.

El foso
Cuando son poco más de las 10 iniciamos el camino hasta la frontera Norte con Thailandia muy cerca también de Laos con el fin de visitar el Prasat Preahr Vihear. Este templo ha sido durante muchos siglos, aún hoy, origen de innumerables conflictos entre Camboya y Thailandia lo que ha impedido ser visitado durante muchos años, de hecho, hay siempre destacamentos militares permanentes en la zona. Actualmente también se puede visitar desde el país vecino ya que en 2008 se eliminaron las alambradas de espino, en todo caso deben entrar en territorio camboyano antes.

La carretera desde Beng Malea sigue siendo más que aceptable aunque ahora el tráfico  casi nulo y apenas te cruzas con un pocos coches y algún rebaño de vacas en las algo mas de dos horas que dura el camino desde Beng Mealea hasta la base de la montaña del templo que ya no puedes seguir con el taxi.

Como está nos habremos cruzado con 5 o 6.

La jefa de la manada
Paramos a comer algo antes porque allí no hay ningún sitio donde puedas hacerlo. En la mesa se me han pegado literalmente los brazos al apoyarlos y la comida, auténtica de carretera, me ha costado para los dos unos 3 euros incluyendo dos refrescos. No se muy bien que he comido porque teóricamente era pollo con chiles y hierba limón, más arroz blanco como siempre, pero he dejado el teórico pollo porque no he conseguido averiguar que partes del mismo podían ser o si realmente se trataba de otra cosa que con el cocodrilo de ayer ya esta bien.

Variedad había
2
No son los restos del pollo, son el "pollo"
Hay que contratar un 4x4 o bien, como he hecho yo, ir de paquete en una moto los 5 últimos kilómetros, por una cuestión de coste, 5 USD la moto frente a los 25 del 4x4 (que puede llevar hasta seis personas, pero es que no hay nadie más). La entrada al templo es gratuita. La carretera empieza como cualquier puerto de montaña pero a mitad camino empiezan las rampas de al menos el 30 %, por eso no pueden circular coches normales. El último medio kilómetro es sobre un trozo de campo bacheado y tras el tercer control me quedan otros 500 metros andando por rocas resbaladizas hasta llegar a la base del templo. Como comprenderéis no tengo fotos del recorrido pero si de la origina moto que me ha llevado.

Observad el depósito de quita y pon. Todas las motos lo tenían así, desconozco el motivo porque las motos eran nuevas
Ultimo tramo antes de llegar al templo, andando y resbaladizo.De hecho una camboyana ha caído, sin consecuencias
Tercer y último puesto de control antes de entrar al Templo. Este de la Policía.
Se comenzó a construir a finales del siglo IX y la construcción de dilato hasta 300 años. era un importante punto de peregrinación situado a 625 metros de altitud y las vistas permiten ver un desnivel de 550 metros. Esta zona es una de las más minadas del Sureste asiático, por lo que no puedes bajo ningún concepto salirte de los caminos marcados aunque recientemente se limpio toda la zona para poder abrirla al público. En la zona del templo se han desactivado 56 minas y 475 UXOs. Hay que tener en cuenta que es la primera montaña (más o menos grande) que me encuentro desde que salí de la costa sur a unos 500 kilómetros, porque el país es totalmente llano a excepción de los Montes Cardamomo y cuatro montañas en las fronteras con Vietnam y esta de Thailandia.

La montaña sobre la que está el templo destaca en el paisaje camboyano.
Resumen de la actividad de desarme de minas y UXOs
En las dos horas aproximadamente que he estado allí he visto una familia de italianos, dos japonesas, otro occidental sin determinar y 15 o 20 camboyanos. Pese a haber sido declarado hace muy pocos años Patrimonio de la Humanidad parece que vamos a ser muy pocos los que ya lo conozcan.

Entrada Norte, al fondo es Thailandia


El templo tiene una longitud de 850 metros y cuenta con 5 pabellones cruciformes. La distancia entre los pabellones varía mucho, siendo la más larga de 275 metros. Mantiene el mismo estilo, obviamente, que los templos de Angkor con grabados muy similares, mismo tipo de construcción e incluso hasta las ventanas son iguales.



Aquí había escalera de madera para poder subir
Pasaje a través de uno de los pabellones

Este es el pabellón que está más arriba


La foto no está defectuosa, es que el edificio parece que va a caer de un momento a otro.



Aunque se mantiene limpio y arreglado no existen apenas obras de restauración, a lo sumo se ven algunos apuntalamientos que tampoco parecen "muy profesionales".

Sistemas un tanto rudimentarios para aguantar la estructura
Al final del templo, arriba del todo tras el último pabellón, se encuentra el acantilado de vértigo por el que he pasado ante la falta de indicaciones ya que por el otro lado se podía pasar sin problemas. Las vistas desde esa altura de 550 metros sobre el suelo son enormes, si bien el día no estaba del todo claro.

Por todo el recinto hay militares y policía y había varios puestos armados mirando hacia el país vecino pero tampoco proporciona ninguna sensación de inseguridad.

Por aquí pase, pero hay muchos arboles bajo, no caería mucho

Da vértigo
Las japonesas estaban intentado ligarse al guía de forma descarada, asumiendo riesgos.
La carretera es antes de que empiecen las pendientes extremadamente fuertes
A la vuelta y cuando me disponía a sentarme en la moto ha empezado a llover aunque afortunadamente han sido cuatro gotas y dos o tres minutos porque bajar por allí con el motorista y con el suelo mojado la verdad es que daba un poco de miedo. No obstante el conductor ha estado más prudente en la bajada que en la subida aunque en ningún momento tienes la sensación de temor.


Algibe, no es una piscina

Tras finalizar las visitas volvemos sin incidencias a Siem Reap a unos 250 kilometros de distancia y unas tres horas. El conductor, buen chaval, tiene un aceptable inglés con el típico acento oriental tan difícil de entender por lo que nomhablo demasiado con el. Me invita a café camboyano con hielo que tiene un sabor muy distinto al que estamos acostumbrados pero  le voy cogiendo el gustillo. Pese  al escaso tráfico hasta que nos acercamos a la ciudad, conducir en el país no es nada fácil dado que continuamente tienes elementos que disturban en la carretera, sobretodo vacas, pero también carros de bueyes, tractores, motos que salen de la nada, perros que cruzan con total tranquilidad y hasta una serpiente de tamaño considerable que hemos esquivado. El conductor me ha comentado que mientras yo estaba en el templo se han encontrado una cobra a la que han matado, al parecer de un machetazo,. Me dice que hay muchas por allí.

En general dos visitas que merecen mucho la pena y también importante el sentimiento de exclusividad de conocer algo tan asombroso y que ha visitado tan poca gente.

2 comentarios:

  1. TU HERMANO RAFA DESDE SU MÓVIL21 de agosto de 2013, 5:19

    Veo que el día 20 de agosto ha sido un día duro y largo. Interesantísimo como todo lo visto hasta ahora. Los templos ciertamente son algo único, no en vano han servido como fuente de inspiración a más de un artista, tanto de la literarura, como del cine y otras disciplinas. En el famoso cuento EL libro de la Selva, de R Kipling, que tantísimas veces vio mi hija Patri en su versión de dibujos animados, aparece uno de estos templos llenos de raices y controlado por una manada de monos (el templo está en la India), supongo que conocerás el cuento, que naturalmente lleva mensaje incluido. En este viaje no puede dejar de emplearse constantemente palabras como impresionante, extraordinario, sobrecogedor, etc. Cuidado con las cobras. El tema de las raices que van engullendo a los templos, es materia que da para filosofar........ Sigue así

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  2. Efectivamente el tema de las raíces puede ser un gran tema de conversación. Realmente no he pensado profundamente en el tema y convendría escuchar diversas opiniones porque seguro que ninguna es absolutamente correcta.

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