sábado, 3 de agosto de 2013

Dia 3 de Agosto. Entrada y primer día en el Sur de Laos

El tren desde Bangkok a Ubon Ratchathani (poco mas de 8 euros) ha sido toda una experiencia. Ha sido el trayecto unitario en tren más largó que he hecho nunca, 12 horas, y apenas creo haber dormido un par de ellas, curiosamente no por el calor que cabría esperar al no tener aire acondicionado, sino más bien por el frío y más particularmente por los ventiladores que juntó a las ventanas abiertas producían unas corrientes que impedían junto a otros factores conciliar el sueño.

El ruido del tren que fácilmente superaba los 60 decibelios, no eran un incordio comparado con los constantes vendedores de comida que atravesaban los vagones cada pocos minutos vociferando las viandas que portaban sin importarles mucho, o más bien nada, que todo el pasaje estuviera intentando dormir. A eso hay que añadir las constantes paradas en estaciones, yo calculo que más de 40, con los consiguientes mensajes de megafonia y nueva circulación de gente.

Pese a todo el viaje ha tenido su encanto, como cualquier trayecto en tren y me pareció especialmente interesante el momento de la cena en el "vagón restaurante" en el que pude interactuar, por decirlo de alguna forma, con la policía, revisores y camarero que no sabían una sola palabra en inglés a excepción de "beer" que obviamente es lo que bebí junto a un aceptable arroz blanco con tortilla aderezado con lo que parecía un aceite con guindillas. Además el espacio parecía ser, no oficialmente, zona de fumadores y el ambiente era bastante singular.

Lujo asiático en el  vagón restaurante de "El Rapido" de Ubon Ratchathani
Lo cierto es que al final me pudo el sueño y mi simpática vecina de fila me despertó al llegar a la estación de Ubon Ratchathani.
Allí arregle precio (4 euros, creo que con 3 se habría ido contento, pero a esas horas estaba yo para discutir),con un hombre que me llevo a la estación de autobuses, eso sí con un Toyota Pick up nuevecito, donde he comprado el billete de autobús  (5 euros) que finalmente me tenía que llevar a mi primer destino en Laos, Pakse, que será la base para explorar el sur del país.ara

Autobús Internacional para cruzar la frontera
Salimos a las 9, 30 y tras hora y media de trayecto a través de un frondoso y precioso paisaje junto a un lago, cruzando ríos y algún que otro arrozal,  llegamos a la frontera. Muy rápido el proceso de salida de Thailandia y unos 15 minutos para hacerse con el visado de Laos tras pagar los correspondientes 35 dólares habituales más un dólar por los "gastos", subimos de nuevo al autobús esperando al resto del pasaje y así hacer el último trayecto de unos 45 minutos hasta Pakse.

Resulta curioso que para atravesar "la tierra de nadie" en la frontera, esa franja que ni es de un pais ni del otro, pasamos por un pequeño túnel de unos 40 metros, y eso que estamos en medio del monte y luego tienes que andar unos 300 metros para llegar a la aduana de Laos.

Curiosa forma de cruzar una frontera. Entras en Thailandia y sales en Laos
Cuando llego a Pakse, busco hotel y lo encuentro en la calle principal, donde está todo.  Es uno de los recomendados por la Lonely Planet, no está mal aunque era mi tercera elección, los dos primeros estaban llenos.Había consultado en los dos y al final olvidé hacer la reserva en Phin Dao que era mi primera opción.

Pakse es una población de 70.000 habitantes pero es la más importante y populosa del Sur de Laos, donde la densidad de población apenas tiene un dígito. Todo lo necesario para el turista, a excepción de los varios Resorts que se encuentran en las afuera, se concentran en una hectárea alrededor de la calle 13, por lo que caminando algo más de 30 minutos ya puedes saber donde está todo lo que necesitas. Hoteles, Guesthouses, Restaurantes, Agencias de Viajes...

La ciudad no es muy atractiva, eso si, es ribereña con río Mekong y esa parte de la ciudad es preciosa. Tenía una foto muy buena pero he visto que también se veía mi dedo, algo que ya me ha pasado varias veces con el nuevo artefacto, así que la he borrado y a ver si mañana puedo añadirla. De momento una aproximación donde se puede ver el característico color de este singular río que nace en el Himalaya y atraviesa 6 países tras casi 5.000 Km, haciendo frontera en algún momento con cada uno de ellos.


Este es el típico color del Mekong, producido por los sedimentos que arrastra.
La ciudad tiene pocas cosas interesantes, un par de monasterios budistas aunque lo realmente bueno de esta ciudad, es que es la base para las visitas de toda la zona por sus comunicaciones, y así empezaré mañana con La Meseta del Bolaven, paisajes, cascadas, plantaciones de café y te...


Aunque el suelo se ve mojado, tan sólo han caído 4 gotas que ni he visto y eso que estamos en los Monzones...
Y hablando de café, he comido hoy en Bolaven Café, lo más chick de por aquí y por supuesto en la calle 13. He probado un plato laosiano buenísimo, no me acuerdo el nombre, pero venía acompañado de sticky rice, que quiere decir "arroz pegajoso", muy típico de este país. Se come con la mano como si fuera pan y la verdad es que esta riquísimo y he acabado con un café tipo capuchino sencillamente extraordinario y es que el Café de esta zona, ecológico, es muy reconocido. Mañana veré donde nace, pero no me pidáis que lleve que no tengo sitio. Seguro que también lo venden en El Corte Inglés.


Y con el capuchino todo unos 4 euros y eso que es un sitio de los buenos!!
Lo que llama la atención, es que aunque los hoteles parecen llenos, en la calle hay muy poca gente, así como en los restaurantes, etc. Casi todo cierra sobre las 9 de la noche y no tienes más remedio que irte al hotel. Así que mejor levantarse pronto y aprovechar el día.


Calle 13, 21,00 horas.
Os pongo unas fotos del Mekong a su paso por la ciudad.




Acabando de escribir ésto oigo que está cayendo un buen chaparrón, pero como todos los de esta época será intenso pero breve. Perfecto sonido para irse a la cama y recuperarme de ayer.



1 comentario:

  1. Hola soy tu hermanito Rafa. El Mekong es impresionante, un río mítico y vital ,aunque el color de su agua no la parezca dar fe de ello. El viaje del tren me lo puedo imaginar, son una de esas cosas auténticamnte exótica, una vivencia enriquecedora, aunque con mis años, prefiero te enriquezcas tú, que yo tengo que bajar al pueblo a comprar melocotones.
    Tío eres un monstruo. Me encanta y sorprende positivamente como te lo montas. Bueno ya me cuentas más cosas, yo continúo dándote seguimiento y apoyo (moral). Te quiero, un beso.

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